Buenos Aires, 3 de octubre (Télam, Por Eduardo Kragelund).- Windows 7, la nueva versión del sistema operativo con el que se espera superar la decepción provocada con el Windows Vista, estará en la calle en pocos días.
Analistas especializados y aficionados coinciden en que el sistema que saldrá a la venta el 22 de octubre corre bien -siempre que se tenga el hardware requerido- y es mucho más ágil que el Vista, librado a su suerte a poco más de dos años de haber sido lanzado al mercado.
Ni bien se instala la versión 7 se comienzan a ver las diferencias con su antecesor.
Lo primero que salta a la vista es que los gadgets, que antes estaban aprisionados en una barra ("sidebar") y resultaban molestos para los que gustan acumular archivos en los escritorios, ahora pueden ubicarse en cualquier lugar de la pantalla.
También se modificó la tradicional barra de tareas que se suele ubicar en la parte inferior del escritorio.
Las aplicaciones en uso se identifican con un ícono para ahorrar espacio y basta con apoyar el mouse sobre ellos para que se despliegue la lista de ventanas abiertas.
Este cambio permite, entre otras cosas, ver miniaturas de cada ventana y anclar los programas más usados en la barra, ofreciendo una suerte de menú emergente en el que se encontrarán las últimas páginas visitadas, archivos que se abren habitualmente y grabaciones que se suelen escuchar.
El tradicional apartado de "documentos recientes", del menú inicio, por ejemplo, ya no es la única vía para recuperar los últimos trabajos. Ahora cada aplicación contará con un "documentos recientes", agilizando la ubicación de los últimos archivos abiertos.
Pero para disfrutar del Windows 7 hay que instarlo o actualizar el sistema que se está usando.
En principio, si la computadora, los equipos periféricos -una impresora, por ejemplo- y los programas, sistema operativo incluido, son de la "era Vista", la actualización no debería presentar ningún problema porque no habría incompatibilidades.
Pero si PC no pertenece a la mencionada era, los requerimientos básicos para acceder al nuevo sistema son los siguientes: - Windows 7/ 32 bits: procesador 1 GHz, memoria RAM 1 GB, espacio en disco duro 16 GB y tarjeta gráfica DirectX 9 con controlador WDDM 1.0 - Windows 7/ 64 bits: procesador 1 GHz, memoria RAM 2 GB, espacio en disco duro 20 GB y tarjeta gráfica DirectX 9 con controlador WDDM 1.0 Para saber si el equipo "aguanta" se puede usar el Windows 7 Upgrade Advisor (http://www.microsoft.com/windows/windows-7/get/upgrade-advisor.aspx), herramienta desarrollada por Microsoft que comprueba la compatibilidad del sistema y ofrece un informe detallado.
Para que el Upgrade Advisor haga su trabajo, hay que tener todo el "hardware" encendido, incluidos los periféricos, y en capacidad de funcionar y todos los programas deben estar instalados correctamente.
El informe final permitirá definir si el equipo reúne los requisitos mínimos y si se necesita actualizar algún componente o aplicación para decidir si se puede o no instalar Windows 7 o si instalándolo dejará de funcionar algún hardware o programa.
No obstante, el problema más grave lo tendrán aquellos que todavía estén trabajando con el Windows XP, que en la Argentina y buena parte del mundo son legión debido a los conflictos que trajo aparejado el Vista.
Una vez comprobado que el equipo soporta el Windows 7, lo mejor es hacer una copia de todos los documentos almacenados, borrar o resetear el disco duro, instalar el nuevo sistema operativo, reinstalar los programas borrados y copiar y reorganizar los documentos.
Son tantas las incompatibilidades y dificultades para "saltar" del XP al Windows 7 que lo más sencillo es olvidarse de la "actualización" y hacer una "instalación en limpio", como la define Microsoft, pese a las horas de trabajo que insume.
(Télam).- epk-gel 03/10/2009 09:06
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